Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Cada gesto suyo era pura maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas https://darrenrfqq827517.frewwebs.com/38855341/materazzi-revela-qué-dijo-antes-del-cabezazo-de-zidane